Cuando el hormigón está en su punto justo, ni demasiado blando ni completamente endurecido, llega el momento de afinar el resultado. El fratasado es ese paso que aporta firmeza, uniformidad y un acabado listo para resistir el paso del tiempo.
En Pavyurba Pavimentos, nos especializamos en soluciones de pavimentación orientadas a proyectos de arquitectura urbana y obra civil. Nos implicamos en cada proyecto para ofrecer un trabajo bien hecho: duradero, funcional y con un acabado impecable.
¿Qué es el fratasado?
El fratasado de hormigón es una técnica aplicada en la superficie del pavimento para mejorar su acabado y funcionalidad. Se trata de un proceso que consiste en trabajar el hormigón mediante fricción, con el fin de conseguir una superficie dura, uniforme, rugosa y antideslizante. Este tipo de tratamiento es especialmente importante en pavimentos que estarán sometidos a un uso intensivo o condiciones exigentes, como zonas industriales.
El objetivo principal del fratasado es corregir imperfecciones superficiales, eliminando irregularidades y asperezas, y obteniendo así un acabado más estético, resistente y seguro. Este procedimiento contribuye también a mejorar la durabilidad del pavimento, reduciendo el riesgo de fisuras o desgaste prematuro.
¿En qué fase del proceso de pavimentación se lleva a cabo el fratasado?
Se realiza tras el vertido y nivelación del hormigón, cuando la mezcla ha comenzado a fraguar, pero aún conserva cierta plasticidad. Este momento es crucial: si se hace demasiado pronto, el hormigón estará demasiado blando y se deformará; si se espera demasiado, se habrá endurecido en exceso y no se podrá trabajar correctamente la superficie.
En definitiva, el fratasado debe realizarse en el momento justo del fraguado del hormigón, lo que exige experiencia y conocimiento técnico para garantizar un resultado óptimo y duradero.
Tipos de fratasado
Principalmente, se distinguen dos tipos de fratasado: manual y mecánico. Ambos persiguen el mismo objetivo —mejorar la superficie del hormigón— pero difieren en sus herramientas, alcance y nivel de precisión:
Fratasado manual
El fratasado manual se lleva a cabo con herramientas de mano, como fratás, llanas o reglas alisadoras. Es el método más tradicional y se utiliza principalmente en pequeñas superficies, rincones de difícil acceso o cuando se requiere una intervención más localizada y precisa.
Fratasado mecánico
El fratasado mecánico, también conocido como fratasado con “helicóptero”, se realiza con máquinas fratasadoras rotativas equipadas con palas metálicas que giran a gran velocidad. Este método es el más utilizado en obras de gran envergadura, como naves industriales, almacenes, parkings o superficies continuas de hormigón.
Gracias a su potencia y rapidez, permite obtener un acabado más homogéneo, resistente y estético en menos tiempo.
Beneficios del fratasado
A continuación, se detallan los principales beneficios del fratasado:
Mayor resistencia superficial
Gracias al proceso de compactación, el fratasado contribuye a cerrar los poros del hormigón y consolidar su capa superficial. Esto se traduce en una mayor resistencia al desgaste, la abrasión y la carga mecánica, especialmente en pavimentos industriales o de alto tránsito.
Acabado uniforme y profesional
El fratasado corrige las pequeñas irregularidades que pueden surgir tras el vertido, dejando una superficie nivelada, compacta y continua. Esto mejora no solo la estética del pavimento, sino también su funcionalidad y facilidad de mantenimiento.
Preparación para acabados posteriores
Un pavimento bien fratasado es una base perfecta para aplicar tratamientos adicionales como resinas, pinturas epoxi, endurecedores o selladores, ya que mejora la adhesión de estas capas.
Durabilidad a largo plazo
Reduce el riesgo de aparición de fisuras, desconchados o desprendimientos prematuros. Al compactar mejor la superficie y dejarla homogénea, se incrementa la vida útil del pavimento y se minimizan los costes de mantenimiento.
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